Cada día de los últimos tres meses escuché palabras de muerte, de falta de esperanza y en el porvenir.
Hoy haciendo el recuento de los días me pregunto porque se han llegado a extremos que algunos de ellos pudieron evitarse. No se siguieron las reglas o es que de verdad no funcionaban.
Yo solo se que he despedido a tantos que ya he perdido la cuenta, de edades diversas, complexiones infinitas y esperanzas truncadas.
He amanecido con una nueva noticia, alguien más ha partido hacia el otro lado. No se que pensar, solo se que la tristeza embarga mi corazon.