Hace tiempo ya que tus ojos se han cerrado en la ventana de la vida, te extraño tanto… Yo quisiera encontrarte como siempre por las calles de Coyoacán, las del Centro o en cualquier transporte público, a la mejor al voltear por la ventana del auto hacia los transeúntes en las avenidas.
Quisiera volver a rozar tu piel, volverme un hálito de pausada divinidad en tus brazos y suspirar por tus palabras. Paso a paso he ido acercándome a tu antigua casa, la que habitabas en tiempos ya lejanos. Ya casi llego para decirle a tu recuerdo… Cuánto tiempo sin verte.
